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Dos jugadores de la Real Sociedad tienen complicado jugar

Granero y Carlos Martínez se ejercitan junto a otros compañeros en un circuito de fuerza durante uno de los entrenamientos.
Granero y Carlos Martínez se ejercitan junto a otros compañeros en un circuito de fuerza durante uno de los entrenamientos. / MICHELENA
  • El club no vería mal la salida de dos de los futbolistas que se quedaron fuera de la primera lista de Eusebio

La primera jornada de Liga ha dejado varios mensajes. Además del que se produjo en el propio terreno de juego, con la incontestable victoria del Real Madrid, fuera del verde la convocatoria de Eusebio fue un aviso para algunos futbolistas. En especial para Granero y Carlos Martínez, que no tienen claro su futuro en la Real Sociedad esta temporada. Desde hace unos meses saben que van a tener que sudar tinta china para hacerse con un hueco en el equipo pero, de momento, no parecen arrojar la toalla y están decididos a apurar sus opciones.

En estos momentos, el técnico de la Real Sociedad dispone de 25 jugadores en la plantilla, aunque esta situación es provisional hasta que se cierre el mercado dentro de siete días. Para el partido del domingo pasado había tres jugadores que eran baja por motivos médicos: Agirretxe, Canales y Gaztañaga. De esta manera, tenía que dejar a cuatro jugadores fuera.

Dos de ellos fueron Ander Bardají y Raúl Navas, una decisión que se esperaba. El primero es el tercer portero y con Rulli y Toño presentes le tocaba quedarse en la grada, como así sucedió, mientras que el segundo aún no está al cien por cien después de catorce meses parado por una lesión de pubis. Aunque en pretemporada ha reaparecido y con buena nota, Aritz, Mikel e Iñigo están por delante en estos momentos y para un partido de casa Eusebio no quiso convocar a un cuarto central, teniendo en cuenta que Markel también puede actuar ahí en caso de urgencia, tal y como ocurrió en la segunda parte al retocar el dibujo para intentar darle un cariz más ofensivo.

Sin embargo, la no citación de Granero y Carlos Martínez conlleva un mensaje implícito que a falta de unos días para la finalización del mercado adquiere mayor significado. No porque ello suponga que vayan a salir, sino porque se adivina que su posición a lo largo de la temporada podría ser complicada.

Granero y jóvenes que vienen

La situación más compleja es la de Granero, al que la Real Sociedad ya le comunicó al final de la temporada pasada que no vería con malos ojos su salida si llegaba al jugador una oferta que considerase interesante.

El de Pozuelo aterrizó en San Sebastián en verano de 2013 coincidiendo con la marcha de Illarramendi al Real Madrid pero una inoportuna lesión de rodilla que se produjo en el primer partido de la fase de grupos de la Champions ante el Shakhtar Donetsk en Anoeta le hizo perderse el curso entero. En la temporada 14/15, ya recuperado, fue indiscutible, al disputar 33 partidos de Liga, 29 de ellos como titular. Sin embargo, acusó el año anterior que había pasado en blanco y la irregularidad del equipo, que a mitad de campeonato vio como Arrasate era sustituido por Moyes en el banquillo. Ya se sabe que es difícil destacar en el plano individual si el colectivo no acompaña. La pasada campaña apenas contó para Moyes y Eusebio, por lo que al final tan solo fue titular en nueve jornadas.

En este tiempo, además, se ha producido el regreso de Illarramendi desde Madrid y la aparición desde abajo de dos chavales con proyección como Alejandro Sanz e Igor Zubeldia, a los que el club quiere abrir paso hacia el primer equipo. Todo ello ha derivado en la situación actual, incómoda a todas luces para ambas partes.

La Real Sociedad sabe que contraviene su filosofía al mantener a un jugador de fuera de Zubieta, con una ficha importante, sin ser indiscutible en el equipo. En su día apostó fuerte por él y ahora las circunstancias son diferentes. Eso sí, es consciente de que existe un contrato por medio hasta 2018 que debe respetar.

El jugador, por su parte, juega sus cartas. Ha encajado bien en el vestuario y sus compañeros le respaldan. Su respuesta cuando se le ha sugerido cambiar de aires siempre ha sido la misma: triunfar en la Real es un reto para él y no piensa arrojar la toalla. Está a gusto en San Sebastián y únicamente en el caso de que un club importante se cruzase en su camino meditaría la salida. Pero eso ahora es complicado porque hace ya cuatro años que salió del Real Madrid y su caché ha bajado después de las últimas temporadas. Varios equipos de Primera han preguntado por él, pero ninguno de los llamados a pelear por las primeras plazas de la tabla.

Pero es que el club, independientemente de lo que le supone mantener en la plantilla a un futbolista con semejante estatus salarial y que no cuenta mucho para el entrenador, quiere hacer sitio para Sanz y Zubeldia. Ambos han tenido sus oportunidades arriba durante la pretemporada y han dejado buenas sensaciones en sus apariciones.

El caso de Sanz es distinto que el de Zubeldia, porque ya no es un futbolista sub-23 y ello significa que si juega en el primer equipo no podría regresar al Sanse. El sábado pasado jugó con el filial ante el Real Madrid Castilla en el estreno liguero pero su situación podría cambiar en estos siete días que faltan. Las alternativas son varias: desde buscar una cesión a un Segunda que no parece fácil, quedarse en el Sanse aunque no pueda jugar arriba -como ocurrió con Héctor hace dos años- o que quede liberada una de las fichas de la primera plantilla y la ocupe.

Si llega Reyes sobran defensas

En la línea defensiva Carlos Martínez es el que tiene un futuro más comprometido. En este momento, Eusebio tiene nueve jugadores en esta línea, aunque queda por definir la situación de Babic, al que en principio se le busca una cesión. Clubes de otras ligas, como la holandesa y la portuguesa, y algunos de la Segunda División española han preguntado por él, pero es una cuestión que debe convencer tanto a la Real como al jugador. Tampoco se descarta que se quede dentro de la dinámica del primer equipo y jugando en el Sanse, ya que se podría echar mano de él en caso de que le ocurriese algo a Iñigo, aunque la idea es que actúe con continuidad en una categoría superior a Segunda B.

Además del serbio, el técnico cuenta atrás con Zaldua y Carlos Martínez en el lateral derecho, Yuri y Héctor en el izquierdo, y Mikel, Aritz, Iñigo y Navas como centrales. Sin contar con que Markel también ha jugado puntualmente atrás. Si finalmente llegase Reyes habría un overbooking importante en la retaguardia que alteraría el equilibrio natural de la plantilla.

Con el mexicano, Aritz pasaría al flanco derecho y la Real se encontraría con tres laterales diestros, sin olvidar que Álvaro Odriozola viene pisando fuerte por detrás. Este es uno de los motivos por los que el club no ha movido ficha por Reyes, ya que entiende que dispone de hombres suficientes para cubrir su puesto. Otra cosa es que al final del mercado el Oporto, que no cuenta mucho con él, le busque una salida y dado que al jugador le gustaría volver a San Sebastián, se diese una segunda cesión. Porque lo que está claro es que el capítulo inversor está cubierto después del dinero que se ha destinado a los fichajes de Rulli, Juanmi y Willian José y a las renovaciones de Iñigo y Oyarzabal.

Aunque se vinculó su llegada a la salida de Granero, lo cierto es que podría venir a la Real sin que se marchase el centrocampista liberando la ficha de Bardají, que podría ocupar una del Sanse. Si se diera esa circunstancia, las posibilidades de jugar de Carlos Martínez se reducirían de forma importante.

En pretemporada Eusebio le dio las mismas oportunidades que a Zaldua, pero a partir de la gira holandesa este último se hizo con un hueco en el once que no parece que vaya a perder en el corto plazo. Carlos Martínez, de 30 años, inicia su décima temporada en el primer equipo. Hombre clave en el año del ascenso y en las dos campañas en las que se logró billete para Europa, en las dos últimas las lesiones han limitado sus apariciones. Ahora que se encuentra recuperado se ha quedado fuera de la primera lista por motivos técnicos.