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Rulli: no repases el partido, lo hiciste bien

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Intervención. Raúl García remata a bocajarro en el minuto 16 con empate a cero. Rulli le sacó el disparo con la pierna derecha. / J.M. LÓPEZ

  • Poco pudo hacer en los dos goles. El portero sacó lo que tenía que sacar. Hizo su trabajo pero no bastó

Rulli asomó ayer por la zona mixta con una tableta en sus manos al acabar el partido. Probablemente para cuando apareció por esas dependencias del estadio para ponerse delante de los micrófonos y valorar lo que había sido el partido ya había tenido oportunidad de visionar algunas de las imágenes en las que él había sido protagonista. Suele ser así porque el técnico de la Real encargado de grabar todos los partidos desde lo alto del estadio corre raudo y veloz al vestuario en cuanto se señala el final para poner a disposición de los jugadores y técnicos esas imágenes.

Y Rulli es uno de esos realistas que tiene la buena costumbre de aprovechar ese compendio de imágenes para repasar en qué ha fallado y tratar de no caer otra vez en el mismo error. Si por lo que sea Rulli llega a leer esta humilde columna, le invitamos a que no encienda la tableta, a que por un día omita esas imágenes porque poco pudo hacer en los dos goles encajados y sí atajó o desvió las muchas ocasiones -pocos equipos le han generado tanto a la Real en Anoeta esta temporada- que dispuso el Athletic.

Puede que usted considere que Rulli pudo hacer algo más en el penalti porque el balón se le cuela por debajo de la axila izquierda, pero soy de los que cree que bastante hace un portero con adivinar la zona de lanzamiento. Y en el segundo gol, en el momento que Odriozola deja el balón a medio camino, Rulli se queda vendido ante Williams. Por más que trata de cubrir la portería, el delantero del Athletic tiene todo a su favor para marcar.

Insisto en que Rulli no debería ver repetidas sus acciones, pero si lo hace que no sea con mirada crítica y sí constructiva. Porque aunque un portero nunca puede estar satisfecho con su actuación cuando encaja dos goles y su equipo pierde, como evidenciaba el gesto serio de Rulli al acabar el partido, no todos los días debe cargar sobre sus hombros la derrota. Rulli paró lo que tenía que parar.

Nueve ocasiones

Si mis apuntes no me fallan, contabilizo nueve ocasiones del Athletic en el partido. La más clara, al margen de los dos balones que acabaron dentro de la portería, la que capta la imagen que acompaña estas líneas. Raúl García no se verá en otra igual en toda la temporada. Tenía toda la portería para él y no marcó porque Rulli sacó su remate con la pierna derecha en una intervención más propia de un portero de balonmano que no tardará en entrar en la lista de mejores intervenciones de la temporada. Tampoco me extrañaría que el jugador del Athletic siga preguntándose hoy qué hizo mal para no marcar.

Esa fue su acción más destacada pero no la única. Porque desde bien pronto tuvo trabajo. En el minuto 8 Williams le puso a prueba al tener que estirarse por bajo para sacar un disparo envenenado a la cepa del poste derecho. Ocho minutos después, Raúl García volvió a avisar con un remate de cabeza al lateral derecho de la portería.

Y llegó el penalti. Por esas cosas que tiene el fútbol, Rulli y Raúl García volvieron a encontrarse cara a cara. El portero tiró de manual para tratar de despistar al jugador del Athletic: le movió el balón del punto de penalti, le dio recuerdos para su familia, pero no hubo manera. El desenlace ya lo conocen. Tras años buscando un lanzador hasta debajo de las piedras, Aduriz y Raúl García se están saliendo esta temporada desde el punto de penalti: 9 de 9. Después de 489 minutos ligueros sin celebrar un gol lejos de San Mamés, el Athletic marcó. En Anoeta tenía que ser...

En la segunda parte, la Real lo intentó como pudo, tiró de orgullo. Y al Athletic no le quedó otro remedio que escampar. Ni por esas. En el minuto 55 Williams ganó el mano a mano con Rulli. El gol cayó como un jarro de agua fría. Tocado por la descoordinación sufrida en el 0-2, Rulli ya no se sintió cómodo porque la Real se fue para arriba y dejó espacios a su espalda. Al final fueron dos, pero pudo ser alguno más de no mediar las intervenciones de mérito del portero y algún que otro palo, como el que dio Aduriz en el minuto 67.

Sí ya sé que la Real tuvo oportunidad de engancharse al partido con el gol mal anulado a Navas en el minuto 69. De poco sirve. Me conformaría si Rulli hoy ve las cosas con perspectiva. Sé que sacar alguna lectura positiva del varapalo que se llevó la Real es difícil. En derrotas como ésta no hay resquicio para el consuelo, pero si le sirve para alimentar la autoestima y la confianza en sus posibilidades para los partidos que se antojan decisivos en este tramo final liguero, bienvenido sea.

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